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domingo, 28 de marzo de 2010

Enjuagues bucales


¿Te pasa que algunas veces sales tan rápido en la mañana que luego de tomar el desayuno no alcanzas a cepillarte de los dientes? ¿O qué en el afán de volver rápido a las clases o a la oficina almuerzas y no te logras cepillar? ¿o que el cansancio en casa hace que cenes y te metas a la cama sin pasar por el cepillo?

La placa es el agente etiológico primario en el desarrollo de la caries dental, gingivitis y enfermedad periodontal. La eliminación mecánica de la placa a través de un cepillado y uso de hilo dental freuente y eficaz es la forma principal para prevenir la enfermedad periodontal y disminuir el riesgo de caries; sin embargo, varios individuos carecen de la destreza, habilidad o motivación para elmininar mecánicamente la placa. El enjuague bucal es más fácil de usar y puede ayudar en el control de la placa supragingival y gingivitis, pero siempre debe ser usado conjuntamente con la higiene mecánica. Los enjuagues bucales solo deben ser usados por cortos periodos de tiempo y nunca deben convertirse en la única forma de higiene.

Un enjuague bucal podría ser recomendado para tratar la infección, reducir la inflamación, aliviar el dolor, reducir la halitosis o proporcionar fluorización localmente para la prevención de las caries. Hay una multitud de enjuagues bucales disponibles para estos propósitos. Un panel de consenso ha recomendado que un enjuague bucal antiséptico debe ser usado con adjunto diario a la limpieza mecánica para la prevención de enfermedad oral; sin embargo, este panel no exploró las reacciones adversas a largo plazo del uso diario de enjuagues bucales y no recomendaron un producto en particular ni ofrecieron guías para los profesionales de salud para seleccionar un producto apropiado. Los enjuagues recomendados deben tomar en consideración la habilidad del paciente para llevar a cabo la higiene oral (cepillado de dientes o uso de hilo dental), la condición de sus dientes, musoca gingival y oral, riesgo de enfermedad oral (por ejemplo, presencia de xerostomia), y la eficacia probada del enjuague bucal y sus potenciales reacciones adversas.

Fuente: Australian Prescriber 2009;32:162–4

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