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jueves, 16 de junio de 2011

Videojuegos "activos" podrían ser mejores para niños con sobrepeso


A los niños con sobrepeso les iría mejor si reemplazan los videojuegos tradicionales con los "activos", que los hacen levantar del sillón. Un estudio sobre 322 niños con sobrepeso, de entre 10 y 14 años de edad, reveló que cuando utilizaban videojuegos activos engordaban menos durante seis meses. Los autores advierten que, con esto, no promueven un mayor uso de los videojuegos.

Las guías de la Academia Estadounidense de Pediatría y otros grupos recomiendan que los padres limiten el "tiempo de pantalla" de los hijos a no más de dos horas por día. Y Maddison opina que el objetivo debería ser reducirlo aun más.

Para el estudio publicado en American Journal of Clinical Nutrition, el equipo de Maddison reunió a niños con sobrepeso que pasaban por lo menos dos horas por semana con la PlayStation de Sony. Al azar, la mitad siguió utilizando sus juegos y el resto, juegos de ejercicio de EyeToy. Sony proporcionó el software. La cámara EyeToy cuesta unos 20 dólares. Los juegos pueden costar entre 15 y 20 dólares o más. La cámara y los juegos no se pueden utilizar sin la Play Station, que cuesta unos 300 dólares.

A los seis meses, los niños que habían seguido utilizando los juegos sedentarios engordaron de 0,9 a 1,4 kilos. En el otro grupo, en cambio, el peso no varió. Un investigador ajeno al estudio elogió su diseño pero consideró que los efectos de los videojuegos activos eran "bastante modestos", dijo Jean-Philippe Chaput, que investiga sobre obesidad y estilo de vida en el Hospital de Niños del Instituto de Investigación de Eastern Ontario en Ottawa, Canadá.

Fuente:
American Journal of Clinical Nutrition, Mayo 2011

miércoles, 15 de junio de 2011

Descontento en Alemania por gestión de E. coli


La mayoría de los alemanes están descontentos con la forma en que su Gobierno está gestionando el brote de la bacteria E.coli en la comida, que ha provocado la muerte de 37 personas, según mostró una encuesta el miércoles. En un sondeo entre 1.003 personas elaborado por Forsa, un 58% de los encuestados consideró que la gestión del brote de la bacteria más letal en la historia moderna por parte del Gobierno de Berlín era mala o menos que satisfactoria.

Solo un 31 por ciento de los encuestados estaban satisfechos con la política de información durante el brote, según la encuesta, publicada por la revista Stern.

Más de 3.200 personas han enfermado hasta el momento por la cepa de E.coli y cerca de una cuarta parte de ellas han desarrollado una complicación llamada síndrome hemolítico urémico, que afecta a la sangre, los riñones y el sistema nervioso. Las autoridades sanitarias alemanas han vinculado la epidemia con brotes germinados contaminados de una granja orgánica alemana que vendió sus productos a consumidores y restaurantes para incluirlos en ensaladas. El principal centro de control de enfermedad de Alemania, el Instituto Robert Koch, dice que el número de nuevas infecciones parece estar en descenso, aunque el brote se cobró su primera muerte infantil el martes, cuando un niño de dos años falleció por la bacteria.

La semana pasada, Karl Lauterbach, un experto sanitario y parlamentario de la oposición, del Partido Social Demócrata, dijo que unas 100 víctimas que habían sufrido graves daños necesitarían trasplantes de riñón o diálisis de por vida.

En declaraciones al diario Bild am Sonntag, Lauterbach criticó la gestión a veces burocrática de la crisis, diciendo que investigaría unos reportes que afirman que se tardó una semana en registrar las alertas de infección porque fueron enviadas por correo postal. "Investigaremos en el comité de salud cuántas infecciones se habrían evitado si se hubiera utilizado un sistema de alerta electrónico", dijo.

El ministro de Salud, Daniel Bahr, reconoció en el mismo diario que el sistema de alerta por E.coli debería ser mejorado y que los estados alemanes y el Gobierno federal trabajarían juntos en dicha dirección, diciendo: "Debemos discutir el proceso de alerta". La encuesta, realizada el 8 y 9 de junio con un margen de error del 3%, también muestra que un 58% de los encuestados había evitado comer ciertas verduras durante el brote.

Fuente: Reuters 2011

miércoles, 8 de junio de 2011

Cómo protegerse contra mordeduras de perro


Los perros muerden a unas 4.7 millones de personas en Estados Unidos cada año, pero la educación y adecuado entrenamiento y control de perros puede prevenir muchos ataques, indican los expertos.

Los cirujanos plásticos son quienes ven de primera mano lo devastadoras que pueden ser las mordeduras de perro, ya que frecuentemente atienden a las víctimas. Se realizaron cerca de 33,000 procedimientos reconstructivos en víctimas de mordeduras de perro en Estados Unidos durante el año 2010, un incremento de 8% desde el año 2009, según la ASPS. "Lamentablemente, la mayoría de cirugías reconstructivas para tratar mordeduras de perros se llevan a cabo en niños", dijo el Presidente de la ASPS, el Dr. Phillip Haeck, en un comunicado de prensa de la AAP. "Los niños son con frecuencia mordidos en la cara, lo cual puede resultar en heridas graves, infecciones y cicatrices permanentes."

Los estudios han encontrado que los niños tienen aproximadamente tres veces más riesgo que los adultos a ser mordidos por un perro. Cada año, cerca de 600,000 niños en los Estados Unidos requieren de atención médica para las mordeduras de perro.

En un folleto que ofrece la AAP junto con el Servicio Postal de Estados Unidos (United States Postal Service) y la Asociación Americana de Medicina Veterinaria (American Veterinary Medical Association) se encuentra asesoramiento sobre cómo los dueños de perros pueden impedir que sus perros muerdan, así como de qué forma las personas pueden evitar ser mordidas y cómo tratar las mordeduras de perros.

Entre las formas en que puede protegerse a sí mismo y a su familia de las mordeduras de perro:

•Los bebés y niños pequeños deben ser siempre supervisados y nunca dejados a solas con un perro.
•Enseñe a los niños a pedir permiso al dueño del perro antes de acariciarlo.
•Antes de tocar a un perro desconocido, deje que el animal lo huela a usted o a su hijo. Acaricie al perro suavemente, evitando la cara y la cola.
•Si un perro está durmiendo, comiendo o cuidado a sus cachorros, déjelo solo.
•Camine, no corra, al pasar cerca de un perro.
•Si ocurre una situación en la que usted o su hijo se sienten amenazados por un perro, recuerde mantener la calma, evitar el contacto visual y quédese quieto o retroceda lentamente hasta que el perro se vaya.
•Si un perro amenazador lo lanza al suelo enróllese en el suelo, protegiendo la cara con sus brazos y puños.

Fuente:
Asociación Americana de Pediatría 2011

lunes, 6 de junio de 2011

Tener hijos hace que las mujeres jóvenes aumenten de peso y reduzcan su acondicionamiento físico


Un estudio reciente sugiere que las madres jóvenes tienden a ser más pesadas que otras como ellas que no tienen hijos. Además, consumen más grasa saturada, bebidas azucaradas y calorías totales. Al examinar los datos del proyecto EAT (Alimentos y actividad en adolescentes y adultos jóvenes, Eating and Activity in Teens and Young Adults), los investigadores de la Universidad de Minnesota se concentraron en la relación entre la situación de paternidad, la ingesta de alimentos en la dieta, la actividad física y el índice de masa corporal (IMC) de 838 mujeres y 682 hombres con una media de edad de 25 años.

Aunque los padres no eran más pesados que otros como ellos que no tenían hijos, las madres presentaban un IMC significativamente superior. Además, tanto las madres como los padres hacían ejercicio con menos frecuencia. Sin embargo, el estudio halló que, a pesar de la mayor ingesta de grasa, azúcar y calorías, las madres jóvenes también consumían tanta fruta, lácteos, granos integrales y calcio como las que no eran madres. Jerica Berge, autora del estudio, aseguró que las madres podrían estar asumiendo más tareas de cuidado de los hijos que los padres, lo que lleva a la disparidad en el peso. Los efectos resultantes del embarazo también podrían tener que ver, dijo.

"Quizá las madres estén adquiriendo más responsabilidades, como cocinar la comida de los hijos, con elecciones ricas en grasa", señaló Berge, profesora asistente de medicina familiar y salud comunitaria. "La paternidad conlleva exigencias y concesiones contradictorias. [También] podría ser que están demasiado cansadas al final del día y no quieran ir al gimnasio".

El proyecto EAT, un estudio longitudinal de población, siguió a los jóvenes participantes a través de tres edades específicas entre 1998 y 2009, a medida que pasaban a la adultez joven. Los participantes que fueron padres entre el segundo y tercer seguimiento y tenían un hijo de cinco años o menor conformaron el grupo de padres del estudio. La estatura y el peso fueron autorreferidos, mientras que se uso un cuestionario de frecuencia alimenticia para evaluar la ingesta típica de alimentos como frutas, verduras de hojas verdes y naranjas, lácteos, y bebidas endulzadas con azúcar durante el año anterior.

También se preguntó a los adultos jóvenes cuántas horas de una semana usual pasaban realizando actividades como trotar, patinar, montar en bicicleta, esquiar, bailar o jugar bolos. El hecho de que las madres jóvenes también consumían una cantidad similar de alimentos saludables podría sugerir que están tratando de ser buenos modelos para sus hijos, aseguró Berge, aunque su uso de alimentos más ricos en grasa podría surgir que tienen menos tiempo para cocinar.

"Si me parece que el estudio resalta algunos puntos importantes de la lucha de los padres jóvenes por equilibrar la vida laboral y familiar, y por encontrar tiempo para planear la actividad física", señaló Jen Brennan, gerente de nutrición clínica del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York. "Es muy fácil comerse algo poco saludable". Los profesionales de la atención de la salud tienen muchas oportunidades para intervenir en esta dinámica, según Berge y Brennan, porque los niños pequeños acuden usualmente al pediatra varias veces al año. Las campañas de salud pública también pueden estimular estilos de vida saludables entre los padres para sentar las bases para sus hijos, dijeron. "Ya han tenido tiempo para hablar sobre la ingesta de alimentos en la dieta y la actividad física. Podría haber una oportunidad para preguntarse cómo funciona esto desde el punto de vida familiar", anotó Berge.

"Obviamente, necesitamos más investigaciones antes de irnos a cambiar todo", agregó. "La idea no es hacer que los padres se sientan culpables, es más para preguntarnos cómo apoyarlos".

Fuente: Pediatrics 2011

jueves, 2 de junio de 2011

La presión de ser delgadas


Algunas personas podrían perder sueño por la presión para que sean delgadas, sobre todo las chicas jóvenes blancas que son presionadas por sus amigas a perder peso o a permanecer delgadas, según un estudio reciente.

"Hay una cantidad significativa de investigación en otras áreas sobre la presión que sufren las chicas adolescentes por minimizar el peso corporal, pero esta presión en su relación con la salud del sueño es un tema menos explorado, y sus consecuencias se desconocen casi en su totalidad", anotó la investigadora principal del estudio Katherine Marczyk, estudiante doctoral en psicología clínica de la salud y medicina conductual de la Universidad del Norte de Texas en Denton, Texas. "Estos resultados son importantes, ya que este descubrimiento podría ser uno de los primeros pasos en esta investigación", explicó en un comunicado de prensa de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (American Academy of Sleep Medicine).

Al conducir el estudio, que será presentado el martes en la reunión anual de la Asociación de Sociedades Profesionales del Sueño (Associated Professional Sleep Societies) en Minneapolis, los investigadores pidieron a 789 estudiantes de escuela intermedia de Texas, todas de sexo femenino y con un promedio de edad de doce años, que describieran cuánta presión sentían por perder peso y ser delgadas. Las niñas también señalaron las fuentes de dicha presión, que incluía a sus pares, familiares, amigos y los medios de comunicación. Entonces, los investigadores evaluaron la calidad del sueño de las niñas para medir cómo esta presión externa por ser delgadas afectaba cuánto dormían.

La presión por ser delgadas que las niñas sentían de sus amigas además de los medios de comunicación predecía significativamente la duración del sueño, dando cuenta de 4.5% de la diferencia en la cantidad que dormían las niñas. Esa discrepancia en la duración del sueño subió a 6% en las niñas blancas (alrededor del 60% de las participantes del estudio) que se enfrentaban a presión por ser delgadas de parte de sus amigas, encontraron los investigadores.

Los autores del estudio añadieron que perder el sueño podría poner a las chicas jóvenes en riesgo de otros problemas de salud, que incluyen un aumento en la ansiedad y la depresión. Debido a que este estudio se presentó en una reunión médica, sus datos y conclusiones deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por colegas.

Fuente: American Academy of Sleep Medicine, Junio 2011