Se conoce que fumar es peligroso para la salud. El tabaquismo es uno de los principales factores de riesgo para varias enfermedades crónicas, como las cardiovasculares enfermedades y el cáncer, así como para la mortalidad de las principales causas de muerte y por lo tanto también para la mortalidad por cualquier causa. El tabaquismo es uno de los 10 principales factores de riesgo de muerte, y de acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es responsable del 12% de las defunciones masculinas y 6% de las muertes de mujeres en el mundo. En el siglo 21, se espera mil millones de muertes debido al hábito de fumar si no se consiguen realizar los cambios en la conducta de fumar.
Sin embargo, como la mayoría de los otros factores de riesgo, la evidencia epidemiológica se basa principalmente en estudios realizados entre los adultos de mediana edad, siendo aún escasas las pruebas específicas para el impacto del tabaquismo en la edad avanzada. Además, la evaluación del impacto del tabaquismo y la deshabituación tabáquica en la vejez puede ser particularmente difícil debido a una serie de cuestiones metodológicas, tales como riesgos relativos atenuadas en la presencia de fuerte aumento de los niveles absolutos de mortalidad entre los fumadores y no fumadores.
En un artículo recientemente publicado en Archives of Internal Medicine, se presenta una revisión a fondo y meta-análisis de estudios que evalúan el impacto del tabaquismo sobre la mortalidad por cualquier causa en las personas mayores de 60 años, prestando especial atención a la fuerza de la asociación por la edad, el impacto del cese del tabaquismo en edad avanzada, y los factores que podrían afectar concretamente los resultados de los estudios epidemiológicos sobre el impacto del tabaquismo en una población de más edad.
El acceso al artículo en el siguiente enlace: Artículo
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