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martes, 30 de agosto de 2011

Atención Farmacéutica y Murphy: Parte 1

Factor de Futilidad: Ningún experimento es un fracaso total. Por lo menos puede servir como mal ejemplo

Esta primera frase nos puede hacer pensar que todo lo que vamos intentando en estos años de implementación de la Atención Farmacéutica en nuestros paises pueden siempre valer la pena ya que al menos guía cómo hacerlo y cómo no. A decir verdad, todos los intentos que se han realizado tienen mucho sentido y valor, los cuales además están listos para ser tomados en cuenta para una comprensión total dentro de un sistema de salud y ver el modo de incorporarlo en el día a día.

¿Te ha pasado que conoces proyectos ejecutados exitosamente que luego han quedado en resultados y que no se lograron implementar? Mas aún ¿Conoces de proyectos bien planteados que no vieron la luz de la ejecución?

Lo que no tenemos ya lo sabemos. Lo que no hacemos ya lo sabemos. Lo que la ley y el sistema económico permite y no permite ya lo sabemos. Bien, probemos lo siguiente: Tomemos 10 Farmacéuticos del ámbito asistencial. Esos 10 farmacéuticos sabrán responder casi de modo uniforme a) El valor del farmacéutico en la sociedad b) La problemática de la educación farmacéutica c) El modelo económico que frena intenciones d) Poca formación en la realización de proyectos de desarrollo.

El análisis ya fue hecho en colectivo y en individual. Ya no hay nada en ello por descubrir. Los ensayos (con buenos y malos resultados) ya fueron hechos. ¿Cuando cambiamos una de las cosas malas? Si enumeráramos las cosas por cambiar de seguro nuestra lista al menos llegaría a 30 ítems. ¿Vale la pena dedicarse a cambiar una de ellas? Siempre la respuesta será sí.

La problemática radica cuando el farmacéutico A trabaja, por ejemplo, sobre como solucionar el tema de educación farmacéutica y el farmacéutico B le dice al resto que “eso no es lo más importante para que los farmacéuticos tengamos la posición de vanguardia en la sociedad”.

Conclusión
: No le da el apoyo y promueve a que otros no se lo den.

¿Les parece familiar?

Anti-Murphy: Promueve que la gente haga los experimentos por solucionar desde su punto de vista la problemática de los servicios farmacéuticos. Perder el tiempo consensuando cuál aspecto es el más importante solo genera que el intento se retrase. Hágamos.

lunes, 8 de agosto de 2011

Ciertos antidepresivos generarían caídas en los hogares de ancianos


En los días tras comenzar a tomar un antidepresivo que no era un ISRS (inhibidor selectivo de la recaptación de la serotonina), como bupropion o venlafaxina, los residentes de hogares de ancianos están en un riesgo significativamente mayor de caídas, según un estudio reciente.
Los investigadores hallaron que el aumento en el riesgo de caídas también aplica cuando se aumenta la dosis de la receta actual.

"Nuestros resultados identifican los días tras una nueva receta o una mayor dosis de un antidepresivo no ISRS como un periodo asociado con un riesgo particularmente alto de caídas en los residentes de hogares de ancianos", señaló la autora del estudio, la Dra. Sarah D. Berry, científica del Instituto de Investigación sobre el Envejecimiento de Hebrew SeniorLife, en Boston.
Una monitorización más estrecha de estos residentes de hogares de ancianos durante los dos días posteriores a un cambio en estos antidepresivos podría ayudar a prevenir las caídas, anotaron los investigadores.

Para llevar a cabo el estudio, que aparece en una edición en línea reciente de la revista Journal of Gerontology: Medical Sciences, los investigadores examinaron información sobre 1,181 residentes de hogares de ancianos que se habían caído. Específicamente, compararon los cambios en sus fármacos antidepresivos una y dos semanas antes de la caída.

El estudio halló que el riesgo de caídas se había quintuplicado en los residentes en un plazo de dos días de una nueva receta o un aumento de la dosis de un no ISRS. El riesgo de caídas disminuyó cada día tras el cambio en la receta, apuntaron.

Berry atribuyó este aumento en el riesgo de caídas a las siguientes causas posibles:

• Los efectos graves cognitivos o motrices asociados con los antidepresivos no ISRS aún no se han examinado del todo.
• La hipotensión postural, una reducción dramática en la presión arterial al ponerse de pie, asociada con ciertos no ISRS como trazodona.
• La sedación y los problemas de coordinación relacionados con ciertos no ISRS.
Los fármacos más nuevos, que incluyen inhibidores de la recaptación de la serotonina-norepinefrina, podrían también estar asociados con el riesgo de caídas, anotaron los investigadores.

Sin embargo, Berry apuntó que "estos fármacos son eficaces para tratar los síntomas de depresión, y muchos médicos son renuentes a prescindir de su uso basándose únicamente en un riesgo de caídas".

Por tanto, "el personal del hogar de ancianos debe vigilar a los residentes los días posteriores a un cambio en un antidepresivo no ISRS para prevenir las caídas, y los médicos deben evitar realizar cambios los fines de semana o en periodos en que se cuenta con un personal que no está familiarizado", concluyó Berry en un comunicado de prensa del instituto. Más de un tercio de los casi 1.6 millones de residentes de hogares de ancianos del país toman algún tipo de antidepresivo, señalaron los autores del estudio.

Fuente
: Hebrew Senior Life Institute for Aging Research Julio 2011

viernes, 5 de agosto de 2011

Más niños consumen comidas ricas en calorías



La epidemia de obesidad está siendo impulsada aún más por una creciente tendencia entre los niños de comer fuera y traer comida para llevar a casa, señalan investigadores de la Universidad de Carolina del Norte.

Esas comidas son ricas en azúcar y calorías, y su creciente popularidad significa que muchos niños están obteniendo más calorías de las que necesitan, anotaron los investigadores. Desde 1994, esta tendencia ha estado creciendo rápidamente, y refleja la disponibilidad de restaurantes de comida rápida y de comidas preparadas en supermercados y otras tiendas de alimentos, dicen los investigadores. De hecho, las calorías comidas fuera de casa aumentaron de 23.4 a 33.9 por ciento entre 1977 y 2006.

"Hallamos que los niños comen un nivel relativamente sostenido de calorías en casa, pero además los niños también comen un creciente número de calorías fuera de casa", apuntó la autora del estudio Jennifer Poti, de la Facultad Gillings de salud pública global de la universidad. "Comer fuera de casa en realidad fomenta el aumento en la ingesta energética de los niños".

Poti comentó que muchas de las comidas que los niños comen fuera de casa provienen de comidas preparadas vendidas en supermercados y otras tiendas, además de restaurantes de comida rápida. Gran parte de la comida rápida que los niños ingieren en realidad se consume en casa, lamentó Poti. En 2006, casi la mitad de las comidas rápidas que los niños consumieron fueron en casa, anotó.

Aunque no se conoce el motivo de este aumento en el consumo de comidas preparadas, Poti especula que se trata de una combinación de factores que incluyen la comodidad, el costo y presiones de tiempo. Poti advirtió que esta tendencia agrava la epidemia de obesidad. "Los padres deben interesarse tanto en la fuente de la comida como en el lugar en donde se come, ya que ambos influyen significativamente en la ingesta energética", comentó.

El informe aparece en la edición de agosto de la revista Journal of the American Dietetic Association. Para el estudio, el equipo de Poti recolectó datos sobre 29,217 niños de 2 a 18 años de edad. Habían participado en la Encuesta nacional de consumo de comida, en la Encuesta continua de ingestas de comidas de los individuos, y en una de otras dos encuestas nacionalmente representativas de la ingesta alimentaria en EE. UU. Esas encuestas recolectaron datos en distintos momentos entre 1977 y 2006, anotó el estudio.

Los investigadores hallaron que de 1977 a 2006, el número de calorías que los niños obtenían de comidas consumidas fuera de casa aumentó significativamente. De hecho, el porcentaje de calorías que los niños obtenían de comida rápida era mayor que el que obtenían en la escuela.
Samantha Heller, dietista, nutricionista, fisióloga del ejercicio y coordinadora clínica nutricional del Centro de Atención del Cáncer del Hospital Griffin en Derby, Connecticut, dijo que "en nuestro acelerado mundo donde carecemos de tiempo, los padres están convencidos de que es más fácil y menos caro comer comida para llevar, comida rápida y en restaurantes".

Desafortunadamente, esas comidas por lo general son ricas en sodio, grasa, azúcar y calorías, y pobres en nutrientes saludables, lamentó. "No podemos controlar dónde están localizadas esas fuentes de comida ni cómo preparan la comida, pero podemos decidir cocinar más en casa, lo que en última instancia ahorrará dinero y ayudará a mantener sanas a nuestras familias", aconsejó Heller. Aunque parece que una comida para llevar por $4.99 es toda una oferta, en realidad se ahorraría dinero si compra pechugas de pollo, verduras, pasta integral, pan y salsa en el supermercado. "Se tendría una cena sana y sobras para el almuerzo de mañana, y probablemente suficiente para reinventar una cena usando los ingredientes que queden en una ensalada, frittata o burrito", añadió.

"Por menos de $30 puede comprar suficientes alimentos para varias comidas, que incluyan pechugas de pollo, hongos, brócoli, pasta, lechuga, pan, huevos, salsa de tomate y aderezo para ensalada", aseguró Heller. "Una familia de cuatro puede gastar todo eso fácilmente por una sola comida para llevar o rápida. Planificar las comidas de la semana por adelantado hará que cocinar en casa sea más fácil, rápido y rentable. Y algo más importante es que la investigación sugiere que las comidas familiares aumentan la salud y el bienestar de los niños a varios niveles", dijo.
"Este estudio es una alarma sobre dónde se ocultan las calorías excesivas en las dietas de los niños", afirmó Lona Sandon, vocera de la Asociación Dietética Americana (American Dietetic Association). "Una mayor dependencia de las comidas preparadas fuera de casa ha llevado a mayores ingestas calóricas. Comer comidas preparadas fuera de casa se ha convertido en la norma, no la excepción. Esto hace que sea más vital tomar opciones sanas cuando se eligen comidas cocinadas fuera de casa".

"Este estudio también muestra que no podemos continuar culpando a las comidas que se sirven en la escuela por el problema. Las escuelas han trabajado mucho para cambiar el ambiente alimentario y ofrecer opciones más sanas", añadió Sandon. "Prestar atención a dónde y qué comen los niños fuera del ambiente escolar es igual de importante".

Fuente: Journal of the American Dietetic Association Agosto 2011