Por muchos años el diagnóstico de diabetes ha sido realizado mediante la medición de glucosa en ayunas, medidas aleatorias o la prueba de tolerancia a la glucosa.
Un nivel de hemoglobina glicosilada (A1C) ≥ 6.5% (48 mmol/mol) es actualmente aceptable para diagnosticar diabetes; sin embargo, es necesario interpretar correctamente el valor de A1C, tomando en cuenta condiciones que pueden afectar los glóbulos rojos como hemoglobinopatías o anemia.
Adicionalmente, el A1C es el valor que permite ser usado como meta terapéutica para controlar a los pacientes con diabetes. Sin embargo, a pesar de las evidencias, muchos profesionales y pacientes no usan este valor.
Un artículo publicado en The Medical Journal of Australia detallas estos aspectos del A1C. El acceso al artículo se encuentra en el siguiente enlace: Artículo
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