La Diabetes Mellitus de tipo 2 (DM2) afecta a cerca de 24 millones de personas en los Estados Unidos. El sistema de salud ha sido incapaz de mejorar las tendencias en los estilos de vida y dietas que llevan al incremento de la prevalencia, incluyendo el núclero de los aspectos que contribuyen a la DM y la enfermedad vascular, ejercicio inadecuado y comer en exceso. Aunque la excelente educación al paciente y una amplia variedad de opciones de tratamiento están disponibles, la mayoría de los pacientes con DM2 no están alcanzando las metas terapéuticas. Los poderosos factores ambientales son la base de la pobre salud metabólica y vascular. El crecimiento de los suburbios, la dependencia del auto y el dominio de los pasatiempos electrónicos sobre sobre los físicos disminuye el ejercicio en niños y adultos.
Más que en otras enfermedades crónicas, la clave para prevenir la progresión es el reconocimiento e intervención multidisciplinaria temprana. El screening apropiado puede identificar el riesgo incrementado para la DM2 pero con mucha frecuencia los pacientes permanecen sin diagnóstico. La intervención temprana en el riesgo de DM puede reducir la incidencia para la manifestación de la DM. Incluso la American Diabetes Association estima que cerca de la cuarta parte de los pacientes en los cuales de manifiesta la DM permanecen sin diagnóstico y por tanto sin tratamiento.
Cuando la DM2 es diagnosticada, el tratamiento varía. Los consensos de buenas prácticas para este cuidado son escasos porque los datos de efectividad comparativa resultados de ensayos no son concluyentes. El tratamiento se inicia con precaución usando la dosis mínima inicial y lenta itensificación para asegurar la seguridad del paciente (como la prevención de episodios de hipoglicemia). Debido al riesgo de hipoglicemia y otras razones, la mayoria de los pacientes no se adhieren a los tratamientos. Los hábitos en el estilo de vida, dieta que no se sigue e inactividad son difíciles de cambiar. A pesar del panorama presentado, los obstáculos para alcanzar las metas en los pacientes con DM pueden ser superados.
En el siguiente enlace se tiene más información:
Artículo
¿Qué dificulta más la adherencia al tratamiento por parte de los pacientes con Diabetes Mellitus?
Más que en otras enfermedades crónicas, la clave para prevenir la progresión es el reconocimiento e intervención multidisciplinaria temprana. El screening apropiado puede identificar el riesgo incrementado para la DM2 pero con mucha frecuencia los pacientes permanecen sin diagnóstico. La intervención temprana en el riesgo de DM puede reducir la incidencia para la manifestación de la DM. Incluso la American Diabetes Association estima que cerca de la cuarta parte de los pacientes en los cuales de manifiesta la DM permanecen sin diagnóstico y por tanto sin tratamiento.
Cuando la DM2 es diagnosticada, el tratamiento varía. Los consensos de buenas prácticas para este cuidado son escasos porque los datos de efectividad comparativa resultados de ensayos no son concluyentes. El tratamiento se inicia con precaución usando la dosis mínima inicial y lenta itensificación para asegurar la seguridad del paciente (como la prevención de episodios de hipoglicemia). Debido al riesgo de hipoglicemia y otras razones, la mayoria de los pacientes no se adhieren a los tratamientos. Los hábitos en el estilo de vida, dieta que no se sigue e inactividad son difíciles de cambiar. A pesar del panorama presentado, los obstáculos para alcanzar las metas en los pacientes con DM pueden ser superados.
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¿Qué dificulta más la adherencia al tratamiento por parte de los pacientes con Diabetes Mellitus?
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